La Nacion Costa Rica

Fantasy Rooms alivia caída con inversión en sostenibilidad

Compañía es propietaria de cinco hospedajes de estancia corta

Jéssica I. Montero Soto jessica.montero@elfinancierocr.com

Uso de energías renovables, planes de capacitación y desarrollo para sus colaboradores, y la innovación en ventas y mensajes corporativos son parte de las herramientas con las que Fantasy Rooms busca un reposicionamiento estratégico de sus empresas.

La compañía es propietaria de cinco hospedajes de estancia corta, “hoteles de paso”, o como mejor se les conoce, moteles, y su gerente, Ruperto González Rodríguez, afirmó a EF que más allá de las relaciones íntimas y las disputas tributarias, se trata de una operación compleja, a la cual han incorporado en los últimos años las nuevas tendencias de gestión sostenible.

“Consideramos que hemos sido líderes de mercado, y siempre nos enfocábamos en tener la mejor infraestructura, pero eso ya la gente lo dio por sentado: ahora esperan habitaciones de alta calidad”, afirma González.

“Entonces, el siguiente paso para mantener nuestro liderazgo es proveer a nuestros huéspedes de una experiencia, un oasis en la ciudad. Las propiedades tienen jardines, zonas verdes, tranquilidad, privacidad, todas las comodidades. Y también son parte es una empresa seria, responsable, comprometida con sus colaboradores, con el país y con sus responsabilidades”, añade.

Los establecimientos del grupo suman 368 habitaciones y una planilla de 250 personas, que incluye gerencias de operaciones, logística, recursos humanos y departamentos similares.

Entre el 2018 y 2021 han colocado 500 paneles solares para reemplazar las calderas de diésel que servían para calentar agua de jacuzzis, duchas, cocinas y para la limpieza.

González aseguró que la búsqueda de opciones sostenibles implica flexibilidad y convencimiento de los socios para invertir, pues en la coyuntura actual es más complicado obtener financiamiento. Sin embargo, la reducción del impacto ambiental y la disminución de los costos resultan justificación suficiente.

“Todas las empresas debemos ser responsables. Este tipo de instalación para eliminar calderas puede tener efectos positivos en hoteles y otros negocios que conozcan nuestra experiencia. Si reunimos todas las eficiencias y ahorros, hemos recortado cerca de $2.000 a $13.000 al mes, que se convierten en recursos para afrontar la crisis y reinvertirlos en generar experiencia, capacitar al personal y otras actividades de responsabilidad social”; relató el gerente.

Sexualidad e impuestos

El giro de negocio de los moteles enfrenta dos desafíos principales ante la opinión pública: su relación directa con la sexualidad y las disputas con el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) por la recolección del impuesto especial que les aplica.

González reconoció que el morbo rodea la actividad comercial de Fantasy

Rooms, pero está convencido de que la población a corto plazo hará una lectura más integral sobre la empresa. El tema de impuestos, a su juicio, está zanjado desde 2016 gracias a las modificaciones a los parámetros de cobro para el sector, que se ratificaron en marzo 2020.

Durante la última década, afirmó González, sus empresas mantienen buenas relaciones con el IMAS, aunque existen tres casos en disputa judicial.

En el tema de impuestos, la compañía se acogió a la amnistía tributaria de 2019 y canceló montos pendientes por más de ¢680 millones: la totalidad de los montos reclamados por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) que aplicaban para el proceso (es decir, que aún estaban fuera de cobro administrativo o ya en procesos legales).

A Fantasy Rooms le aplica la Ley de Impuesto a los moteles y lugares afines (N° 9326), que por las características de su infraestructura le generaba un cargo de 30% por el uso de cada habitación, además de las cargas impositivas regulares.

Los reportes de morosidad se derivaron de diferencias entre las empresas y el IMAS, beneficiario del tributo, en la interpretación de la norma, específicamente a la hora de calcular: cerca de 300 empresas aparecían con pagos pendientes, pero solamente una decena eran catalogadas como de categoría A, y con los mecanismos de cobro del IMAS acumulaban impagos de hasta varios cientos de millones de colones.

El sector presentó reclamos legales al proceso de cálculo, además de enfrascarse en litigios contra el IMAS por cada deuda.

La presión grupal, el aumento en resoluciones judiciales parcial o totalmente a favor de las empresas y la gestión individual, desembocaron en cambios graduales, cuya manifestación más reciente es la Ley para fortalecer el combate a la pobreza, N° 9820, del 3 de marzo del 2020.

Ahora los moteles y similares pagan un porcentaje fijo de impuestos que oscila entre el 5% y el 13% de un salario base, según la cantidad de habitaciones y la categoría en la que se ubique (C, B o A).

Pandemia e innovación

Con las restricciones sanitarias, y en particular la restricción nocturna, el negocio de los moteles ha sentido el impacto de la pandemia: la visitación ha aumentado por las tardes, sin llegar a compensar el volumen de los horarios nocturnos.

“También nos afecta los fines de semana, cuando no pueden salir ciertas placas, pero la noche era importantísima para nosotros. Estamos a un 65% de los resultados en 2019. Pero esta coyuntura nos ha permitido enfocarnos en la operación, innovar y volvernos más eficientes”, aseguró González.

La menor ocupación ha facilitado procesos de mantenimiento y también ha permitido una mejor gestión del departamento de Recursos Humanos, en la evaluación de perfiles de puesto, determinación de necesidades futuras y planes de desarrollo de talento.

Pero la principal transformación es estratégica: Han aumentado la presencia en redes, con información detallada y atención inmediata, y facilitando un proceso de reservaciones que cambia el funcionamiento del negocio, pero también les permite emitir cartas para que sus huéspedes puedan trasladarse a los hospedajes, como se hace con los hoteles.

“La crisis nos ha ayudado a reinventarnos en esa logística de cómo funciona el negocio. Nos ha costado levantar, porque mucha gente iba a los moteles después del trabajo, o salía a alguna actividad social y de regreso pasaba al motel. Con las personas trabajando desde la casa más bien ahora tienen que planificar este tipo de salidas. Si quieren ir a compartir con la esposa o pareja ¿con quién deja a los chicos? Se ha vuelto un tema de programar y nos estamos enfocando en dar las facilidades para hacerlo”, relató González.

También el aumento de la competencia ha impulsado cambios en la empresa. González cree que los ajustes fiscales promovieron un crecimiento del sector, y los edificios modernos presionan a inmuebles con más de 20 años, como El Edén.

“Sin duda hay un crecimiento en la competencia a partir de esa nivelación (fiscal), pero nosotros también tenemos más capacidad de crecimiento, reinversión y capacitación. Por ese lado ha sido emocionante y sano, porque nos mantiene enfocados en ese crecimiento”.

Ruperto González Rodríguez

Gerente de Fantasy Rooms

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