La Nacion Costa Rica

Internet universal y gratuito: nuevo paradigma en el conocimiento

Alfredo Acosta Fonseca aacosta205@gmail.com Candidato Doctoral UAH. Alcalá de Henares, España

El derecho a la educación en la sociedad de Red nos tranporta a románticos tiempos en los que la escuela, entendida como espacio físico donde se inicia el proceso de formalización y adecuación del saber humano, se entrecruza con el concepto filosófico, en el que ésta funciona como crisol donde se funde el conocimiento de los individuos en proceso de formación. Igualmente, nos refiere al modelamiento del pensamiento en función a valores y aptitudes, a todas luces necesarios para la vida en sociedad.

Acorde con esta línea de ideas, el doctor Nelson Campos Villalobos en su blog Filosofía de la educación, relaciona la teoría de la justicia de Rawls con el proceso educativo, afirmando que la calidad educativa debe ser equitativa, en caso contrario el Estado tiene la obligación de compensar a los individuos menos favorecidos, ya que no son culpables de esta condición, con acciones como alimentos, becas, o recursos para que la escuela los forme; es en este punto donde iniciamos la discusión en torno a los elementos necesarios para que este proceso formativo se lleve a cabo con éxito.

El avance tecnológico hace ver que hoy la escuela se ha sometido a un proceso de transformación, ajustándose a las necesidades que tiene el ser humano, en un entorno cada vez más tecnificado y digital.

Pero para poder pensar en el contexto en el cual se desarrollan estas tecnologías, es importante conocer algunos hechos al respecto: en España según el periódico La Vanguardia del 20 de noviembre 2019, muchas zonas cuentan con acceso a red, pero con velocidades muy bajas, al respecto la actual legislación brinda poco margen de maniobra, no permitiéndose a las operadoras brindar servicios de banda ancha incluso en zonas donde no se cuenta con infraestructura. Por su parte en Gran Bretaña el líder laboralista Jeremy Corbyn, aboga por un servicio de banda ancha gratuito en los hogares, cubriéndose los costos con impuestos a empresas como Facebook y Google. Acá se revive la discusión sobre si el acceso a internet debe ser gratuito o no, pero la sociedad debería enfocarse realmente en la educación y en la necesidad del acceso al conocimiento de forma universal y gratuita, por esto, es de considerar que los usos principales de este se dirigen a negocios y educación, además también el tema de la libertad de expresión, para lo cual el ser humano depende fundamentalmente de la comunicación por medio este medio.

Según la CEPAL, en los últimos 5 años la penetración de internet creció en un 70% representando aproximadamente 130 millones de nuevos usuarios: el nivel de inversión en infraestructura de red por parte de empresas y gobiernos para atender una demanda creciente exponencialmente de los usuarios es alto y más lo será con la masificación de redes de 5G y próximamente 6G. Esto hace pensar en la necesidad de modelos de subsidio al sector educativo, para acceder a todo el potencial que el mundo, en los albores de la revolución del conocimiento, le ofrece a las nuevas generaciones.

Iniciativas como el bono de conectividad, propuesto en fecha reciente en el congreso costarricense, muestran un paso fundamental en la línea del apoyo, que las legislaturas de los diferentes países deben enfocar para ofrecer a la sociedad garantías, en cuanto al acceso a las grandes masas de conocimiento que la sociedad de red tiene a su haber. En esta línea la Ley de Creación del Bono Conectividad para la educación se sustenta en las necesidades de estudiantes de estratos sociales bajos y sus maestros para poder satisfacer las necesidades mínimas de equipo y conectividad y así acceder a los recursos del sistema educativo público. Además, está planteado como un medio para atender efectos generados por la situación de pandemia, en cuanto a la reconversión del modelo educativo a medios virtuales, ante el distanciamiento social, como medida para responder a los efectos en la salud generados por el SARS-Cov-2 COVID-19.

Los ejemplos en el mundo son muchos, con iniciativas para liberar el acceso a Internet en forma gratuita y a velocidades que permitan desarrollar el máximo potencial cognitivo del ser humano, ya para el 2010 nace en Argentina la iniciativa Argentina Conectada, desarrollada como un programa para atender las necesidades de inclusión digital, de los segmentos de la sociedad que por aspectos de mercado, no son tan rentables por ubicación geográfica o estrato social (https://www.argentina.gob. ar/jefatura/innovacion-publica/ ssetic/conectar). La organización The Free Internet Project en su sitio web, hace comparaciones sobre legislaciones en el mundo en función a la universalización del acceso a Internet, abogando por su uso gratuito y enfocándose en temas de ejercicio democrático y educación https://thefreeinternetproject.org/

En cuanto a legislación aplicable al tema, basta con revisar la Declaración Universal de los Derechos Humanos que a la letra dice: “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos” reafimado en el artículo 78 de la Constitución Política de la República de Costa Rica.

Es aquí en donde se puede ver que la forma de acceso a los servicios educativos, definitivamente cambió y el medio para poder ofrecerlos a la sociedad es Internet, haciendo uso de equipos que garanticen poder aplicar tecnologías de vanguardia, y para dimensionar esta realidad se debe considerar que al menos el 60% de los puestos de trabajo que existirán en el futuro, aún no han sido creados, estando ligados a tecnologías en desarrollo: Inteligencia Artificial, Machine Learning, Internet de las cosas, Big Data, entre otros (Sara Rivas: Robótica y tecnología para educar. El País. España. 23 abril 2020)

Por su parte la declaración de Santo Domingo de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada el 6 de junio del 2006, reafirma el compromiso de dar fundamental importancia en los planes de desarrollo, al estímulo a la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura, en pro del desarrollo humano y reconoce que la velocidad de la evolución humana ha marcado un nuevo modelo a partir del uso intensivo de las TICs como potenciador del conocimiento, permitiendo el desarrollo equitativo y sostenible en los países de Latinoamérica. Esto busca la reducción de la brecha digital que fomente la participación ciudadana y se incentive la justicia social, en procura de dar mejores oportunidades digitales a toda la población.

Los anteriores elementos hacen ver que el primer paso responde a una distribución equitativa del recurso público respecto al acceso a equipo y conectividad, para que las generaciones en proceso de formación, cuenten con las mismas oportunidades a disposición en el resto del mundo, una siguiente etapa corresponde a crear un marco legal que garantice estas condiciones de acceso gratuito para la población, en procura de brindar una educación de calidad, con amplios beneficios en ámbitos de innovación, productividad, y ejercicio democrático para la sociedad.

En las condiciones actuales, el acceso a Internet universal y gratuito, representa la principal herramienta para que esas mentes de niños y jóvenes, accedan de forma amplia al conocimiento humano disponible en la red de redes.

Opinión

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2021-05-15T07:00:00.0000000Z

2021-05-15T07:00:00.0000000Z

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