La Nacion Costa Rica

PARSIFAL

Y reimaginar Recuperar

EL MITO DEL LABERINTO Y LA IGLESIA GÓTICA

Los caminos de la iniciación reprodujeron originalmente el movimiento del Sol y generaron la proliferación de laberintos y espirales sobre la base de petroglifos prehistóricos. Con el transcurrir del tiempo, el significado del laberinto concluyó por decantar en la abstracción, y sus contenidos esotéricos se apreciaron cada vez más distantes y enigmáticos para el no iniciado.

El laberinto adquiere mayor presencia a partir del siglo XII, con el surgimiento del modelo de catedral gótica

del Abate Suger. El dédalo de mayores dimensiones (267 metros) es indudablemente el de la Catedral de Chartres —dotado de un intrincado contenido místico, descifrado por Fulcanelli—; pero los encontramos similares en Laón, Amiens, Reims, Sens, y en la Sagrada Familia de Antoni Gaudí, en Barcelona. La percepción de cada laberinto se vincula con la salvación personal, puesto que su recorrido «supone la transformación del yo; y en el centro del mismo nos espera otro hombre, que somos nosotros» —afirma el erudito y musicólogo español Ramón Andrés.

La constante recurrencia a la magia oculta, o a la nigromancia, obra en los poemas artúricos de manera equivalente a la sensación de laberinto. Las fuerzas que se transponen en el camino del héroe utilizarán a su vez todo tipo de subterfugio para dificultar su camino. Goores, Perceval y Galaad —hijo de Lancelot— serán los únicos caballeros de la Tabla Redonda inmunes a las asechanzas del oculto adversario, y, por ende, los idóneos para coronar la empresa.

magia oculta, o a la nigromancia, obra en los poemas artúricos de manera equivalente a la sensación de laberinto. Las fuerzas que se transponen en el camino del héroe utilizarán a su vez todo tipo de subterfugio para

dificultar su camino.

mágico pudo tener su origen en el mundo artúrico, entre imágenes fantasmagóricas que nos hacen a todos —protagonistas y lector incluidos— dudar de la verosimilitud del

relato.

Y WAGNER

«Fui a Bayreuth, como hicieron todos, y lloré profundamente escuchando el Parsifal» —escribió Claude Debussy a su amigo y biógrafo Louis Laloy—. Es probable que la fibra mística del compositor francés se viese dilatada más allá de límites soportables con la audición de la obra wagneriana. Ésta fue rotulada por su autor como Bühnenweihfestpiel, expresión equivalente a «magno festival escénico y sacro».

El filósofo francés Alain Badiou —prologado por

Slavoj Žižek— considera que Wagner «pensó erróneamente que podría tratar al cristianismo de la misma forma que a los dioses paganos». Empero, correspondió a Parsifal —

canto del cisne del compositor— la demostración de que fue Wagner quien asimiló el cristianismo, y no al revés.

El héroe encarnado en el

Parsifal wagneriano fue el único mortal con capacidad para romper una cadena de estériles tentativas, entremezcladas con elaborados artificios, y así culminar exitosamente el laberinto de la vida. Parsifal pervive en el espejismo del mundo actual a la manera de una missa solemnis —singular amalgama de ritualidad cristiana, mitología celta y misticismo wagneriano— que perpetúa la contienda del hombre a lo largo de un laberinto cuyo destino es la redención.

Disponible desde junio. De martes a domingo de 9 a. m. a 4 p. m.

La exposición

es una selección de obras que ingresaron a la colección del Museo de Arte Costarricense, entre 2018 y 2021. La muestra articula un conjunto de piezas que se incorporaron al acervo por diversos motivos y modos de adquisición, agrupándolas por artistas y núcleos temáticos. Muchas de las piezas que integran la muestra han ingresado por la figura de traslado entre instituciones, como resultado del

Costacuarela – La Fuerza del Agua y el Color

Asociación Costarricense de Acuarelistas.

Galería Sophia Wanamaker, Centro Cultural Costarricense-Norteamericano.

Disponible hasta el 25 de

Lunes a viernes de 9 a.m. a 7 p.m. Sábados de 9 a.m. a 12 m.

La muestra está disponible gracias a la Asociación Costarricense de Acuarelistas, en el marco de los 75 años del Centro Cultural Costarricense- Norteamericano. La exhibición reúne acuarelas de esta distinguida asociación, que ha acompañado a la galería de forma continua (y con breves intermitencias) desde el año 2003, aún cuando oficialmente no había sido constituida. Consta de 33 piezas enmarcadas y muestra ese ejercicio del agua y el color, con una fuerza particular y extraordinaria en la mayoría de los participantes de forma visionaria.

Retratos del alma

De martes a domingo de 9 a. m. a 5 p. m.

La artista crea un recorrido a través de las emociones y los cambios que suceden en la vida de todo ser humano, explorando esos momentos que pueden hacernos sentir desesperados o angustiados por nuestros problemas y presiones.

Lucía Cordero.

Museo de las Mujeres.

www. museodelasmujeres.co.cr

El propósito de este trabajo es ser concebido como poesía visual, para ser disfrutado por el espectador e interpretado en el dominio del simbolismo visual. El lenguaje de su trabajo es sugerente, no impone imágenes explícitas. La interpretación del espectador puede darse a partir de imágenes que no dan toda la información.

Recopilación.

Museo de Arte Costarricense.

tercer año de implementación del proyecto Gestión de Colecciones Estatales.

Stephanie Herrera.

Museo Histórico Juan Santamaría.

Disponible hasta setiembre.

Sin embargo, también se permite jugar con imágenes femeninas, para crear un diálogo o un espacio de resistencia frente al patriarcado y sus mecanismos, muchas veces falocéntricos, explicó la artista.

EN ESTA EDICIÓN

es-cr

2021-06-13T07:00:00.0000000Z

2021-06-13T07:00:00.0000000Z

https://lanacioncostarica.pressreader.com/article/281779927071294

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