La Nacion Costa Rica

El colorista tico que conquista México y sueña con más

Tras su dedicado trabajo en los filmes ‘Mal de Ojo’ y ‘Domingo y la niebla’, el posproductor costarricense Leo Fallas gana notoriedad y aspira a estar en lo más alto de la industria regional

JORGE ARTURO MORA jmora@nacion.com

Dentro de los complejos mecanismos que existen a la hora de pensar y realizar una película, está un oficio silencioso pero vital para generar impacto con una historia.

La colorización de una película es una de las exigentes tareas a la hora de trabajar en la industria fílmica. El costarricense Leo Fallas lleva más de dos décadas volcado a esta labor; antes desde Costa Rica y, desde hace diez años, en México.

Allí se ha consolidado como colorista, labor que consiste en equilibrar los colores de una imagen con intenciones artísticas. En conversación con Viva, comparte sobre su carrera y sus impresiones con respecto a la profesión.

SUEÑO DE CINE

“La pasión por esto llegó a mí, yo no lo busqué”, cuenta entre risas el tico. Fallas se graduó de la Escuela de Ciencias y Comunicación Social de la Universidad de Costa Rica (UCR) con un enfoque en Producción de Medios. Aunque su interés era convertirse en periodista, “rápidamente me di cuenta que no era lo mío”.

El asunto es que tampoco le entusiasmaba estar con las cámaras, por lo que la fotografía o la dirección no lo tentó demasiado. Fue hasta que se sentó frente a la computadora que se sintió cómodo, razón por la que, tras salir de la UCR, realizó una especialización en Postproducción Cinematográfica en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México.

Tal interés le ha cultivado un gran portafolio de posproducción para toda la región. Para producciones ticas ha trabajado en Contraseña (2000), Del amor y otros demonios (2009), Por las Plumas (2013), Dos Aguas (2014), Viaje (2015), Presos (2015), Primera Dama de la Revolución (2016), Violeta al fin (2017 ), Keylor Navas: Hombre de Fe (2017),

Cascos Indomables (2018),

Medea (2018) y este año en

Domingo y la Niebla (2022).

Para Guatemala hizo la posproducción de Puro Mula (2011), para Estados Unidos Scattering CJ (2018) y Beyond Hoarding (2019); y en México ha realizado Luces de Esperanza (2010), Mujeres en el acto (2006) y más recientemente las series de Netflix tituladas Desenfrenadas (2020), Ahí te encargo (2020) y el éxito taquillero Mal de Ojo (2022).

Con la llegada de oficinas de Netflix a suelo mexicano, desde el 2019, asegura que su trabajo está más intenso que nunca y se emociona con las posibilidades que se aproximan.

Tras mirar su larga trayectoria, tiene una sentencia muy clara sobre su trabajo:

“La pasión por esto llegó a mí, yo no lo busqué”.

Leo Fallas

“Es muy difícil que alguien vea una película y diga:

‘mirá, se nota que la hizo Leo, porque

un día estás en un thriller, otro en terror, otro en una

comedia... Todo depende, al final, de la intención del director”.

Leo Fallas

“uno está al servicio de la producción que corresponda”.

Su declaración la hace en el marco de que, según cuenta, muchos coloristas ven el oficio como algo de “autor”, criterio al que se opone.

“Es muy difícil que alguien vea una película y diga: ‘mirá, se nota que la hizo Leo’”, dice entre risas, “porque un día estás en un thriller, otro en terror, otro en una comedia... Todo depende, al final, de la intención del director”.

Para ejemplificarlo mejor, Fallas sitúa sus dos ejemplos más recientes. En la primera semana de noviembre se estrenaron las producciones Mal de ojo y Domingo y la Niebla. La primera es una historia de terror producida en México, bajo la firma de Isaac Ezban y que está en el top 3 de cintas más vistas en ese país.

La segunda es un drama grabado en Costa Rica, propiamente en Cascajal de Coronado, con Ariel Escalante en la silla de la dirección y que se convirtió en el primer filme centroamericano en llegar a una competencia oficial del prestigioso Festival de Cannes.

“Ambas tenían sus propias intenciones, colores. En una me enfocaba en dar sombras para que diera miedo; en la otra en contrastar los colores para dar una ambientación casi que espiritual”, comenta.

Tras visibilizar su trabajo tanto frente al público como académicos, Fallas aspira a que más producciones de alto calibre toquen sus puertas.

A sus 41 años puede comprobar que la escena en México no hace más que intensificarse y que el oficio también trata de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, razón por la cual en sus intenciones está permanecer en suelo azteca.

Un ejemplo claro fue el caso de Mal de Ojo, que solo en México alcanzó la exposición de 600.000 espectadores.

“¡Es algo especial, sin dudas! Y espero que sigan llegando más cosas buenas. La verdad es que desde México están llegando muchas posibilidades que hacen que el trabajo de uno se visibilice”, comenta.

Para resumir su trabajo, Fallas dice que es inevitable remitirse a una frase que circula entre sus colegas. “La colorización es la cereza del pastel”, asegura, “y eso es algo bueno. Uno tiene el chance de darle la última pintada a una historia.” ¡Es una gran emoción!, finaliza.

ÁNCORA

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2022-12-04T08:00:00.0000000Z

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