La Nacion Costa Rica

CCSS pone restricciones a médicos para el uso de fentanilo en hospitales

››insta a hacer ‘uso racional’ con el fin de bajar ‘riesgo de abusos o desvíos’

Diego Bosque diego.bosque@nacion.com

Los médicos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no pueden utilizar más de tres ampollas de fentanilo para una operación ambulatoria, ni más allá de 15 para las cirugías más complejas, como una de tórax o un trasplante.

Así de riguroso fue el mensaje que envió la institución a todos los hospitales, en momentos en que escasea el poderoso fármaco y la Auditoría Interna investiga el supuesto uso irregular en los centros médicos.

El fentanilo es un potente analgésico y anestésico que se utiliza para la sedación de pacientes que requieren soporte ventilatorio agudo invasivo con ventilación mecánica, como los casos más complicados de covid-19.

Actualmente, la Caja tiene tantos problemas para conseguir el producto debido al incumplimiento de un proveedor, que el mes anterior tuvo que salir a pedir prestado el medicamento, aunque al final, el 21 de abril, recibió una donación de 10.000 ampollas del Gobierno de El Salvador.

Siete días más tarde, de esas solo quedaban 3.740 ampollas, para cubrir una semana más.

‘Uso racional’. Fue en ese contexto cuando, el 28 de abril, se envió la solicitud de hacer un uso racional de la droga.

“Dada la situación de desabastecimiento del fentanilo –solución inyectable– en la institución, se solicita tomar las medidas necesarias a fin de hacer uso racional de este fármaco y disminuir el riesgo de abusos o desvíos”, indicó Angélica Vargas, jefa del Área de Medicamentos de la CCSS, en la circular DFEAMTC-0886-2021.

Es con esa petición que se establecen los límites. En cirugías ambulatorias, el máximo permitido son tres ampollas por paciente; en cirugías generales y especializadas, cinco; en cirugía ortopédica, oncológica y vascular periférica para realización de bypass, 10, y para intervenciones de tipo neuroquirúrgico, de tórax o trasplantes, hasta 15.

“La prescripción (y administración al paciente) del fentanilo en ampollas debe estar documentada en el expediente clínico”, enfatizó Vargas en la circular.

De igual forma, subrayó que “si bien se establece un máximo de ampollas, se deben prescribir estrictamente las cantidades necesarias para el tratamiento médico de cada paciente, tomando en cuenta las características de la cirugía por realizar”.

Los “casos excepcionales”, que requieran mayor cantidad de ampollas, advirtió, deberán analizarse de forma individual y ser aprobados por la jefatura del Servicio de Anestesiología.

“Los servicios de Farmacia deberán llevar un control de la cantidad de ampollas despachadas por médico prescriptor, con el fin de poder asegurar el uso racional del medicamento. Además, se instruye a los servicios de Farmacia para que procedan con el despacho oportuno solamente de las recetas que cumplan con la normativa vigente y con las directrices actuales”, concluyó la funcionaria.

Investigación. Al tiempo que se toman esas disposiciones, la Auditoría Interna de la institución avanza con las pesquisas en las farmacias de los hospitales más grandes: el Calderón Guardia, el México y el San Juan de Dios.

Las investigaciones se iniciaron por una denuncia anónima, recibida el 31 de marzo, que daba referencia de aparentes usos indebidos del estupefaciente en centros médicos.

“El estudio se inició inmediatamente y está clasificado como un caso de alta complejidad, lo cual ameritó la conformación de un equipo de auditores multidisciplinarios, con participación de funcionarios de las áreas de Auditoría de Servicios de Salud y Gestión Operativa.

”La investigación de Auditoría se encuentra en la fase de revisión preliminar. En virtud de la relevancia del tema denunciado, se han establecido una serie de procedimientos de Auditoría tendientes a desarrollar una revisión integral respecto al almacenamiento, custodia, consumo y disposición final del fentanilo, conforme al marco legal y técnico vigente; situación que, por su grado de complejidad, impide estimar una fecha exacta para su finalización”, informó la Auditoría por medio de la oficina de prensa.

Aunque todavía no ha trascendido el uso ilícito del fentanilo en el país, desde abril del 2019 el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) alertó sobre el consumo ilegal en un grupo específico de profesionales, sin precisar cuáles.

El Instituto advirtió de que las personas que utilizan fentanilo con fines no médicos se exponen a daños cerebrales, problemas respiratorios y hasta la muerte.

“Existe un consumo en algunas personas profesionales, pero al día de hoy tenemos una carencia física para poder documentar que la muerte de una persona equis ha sido ocasionada por una sobredosis con fentanilo”, aseguró en aquella ocasión Guillermo Araya Camacho, entonces director del ICD.

A la espera. Para los próximos meses, la Caja espera la entrega de miles de ampollas de fentanilo encargadas a la empresa Panamedical de Costa Rica.

Esa firma debía depositar 433.000 ampollas en los almacenes de la CCSS el 26 de marzo, pero no lo logró y ahora promete hacerlo en este mes de mayo, según la Dirección de Aprovisionamiento de Bienes y Servicios.

Además, la institución espera otro cargamento de esa compañía, por otras 433.000 ampollas, para setiembre.

Por último, gestionó la compra de 300.000 ampollas con la Distribuidora Farmacéutica Centroamericana, cuya llegada está prevista para junio.

El precio de cada ampolla en esas contrataciones oscila entre $0,60 y $1,14.

EL PAÍS

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2021-05-07T07:00:00.0000000Z

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