Cuáles deben ser las prioridades nacionales

Una agenda de desarrollo debe incluir una estructura de gobernanza eficaz y menos onerosa

Es difícil contradecir a quienes afirman que nuestro sistema político y de gobernanza tiene grandes falencias, que comienza por una estructura estatal gigantesca, cara, desconectada, poco eficiente y que no rinde cuentas.

El peso Estatal es desproporcionado con respecto a la capacidad tanto de administrarlo como de financiarlo. De ahí, que una de las prioridades nacionales es buscar una estructura de gobernanza más eficaz y menos onerosa. En ese sentido, Eduardo Lizano nos ha recordado que la ley de empleo público es un paso necesario. Una adecuada reforma conduce a más capacidad a un costo racional.

Las investigaciones en torno al caso Cochinilla dejaron en evidencia que el proceso de compras públicas necesita grandes enmiendas, ya que, de confirmarse los hechos que se habrían dado en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), la contratación pública deja mucho que desear y es posible su alcance a todo el sistema.

Cientos de casos son apelados o cuestionados en las instituciones públicas, lo cual conduce a creer que la ley necesita reformarse, en especial, en materia de responsabilidades y castigos.

Una tercera prioridad es la reforma al sistema de educación pública, claramente insuficiente, para no solo educar a nuestros jóvenes, sino también para enfrentar los cambios que el nuevo mundo obliga a adoptar para que nuestra joven población encuentre un empleo sostenible y formal.

Asimismo, se necesita una mejora en nuestro modelo de desarrollo, que incluya una clara política de fomento de la productividad y la actividad económica, así como decisión del gobernante, los partidos políticos y los sectores productivo y estatal para volcar la deprimida economía hacia un esfuerzo productivo doméstico y de exportación como el de finales de los 80 y principios de los 90. Cabe destacar que durante los últimos ocho años esa política no ha formado parte de las prioridades.

Pero lo principal es una agenda de crecimiento económico y de creación de empleos, y difundir un nuevo mensaje, capaz de motivar a nuestra sociedad productiva y estatal a crecer.

Irlanda lo logró después de reconocer que la situación económica y social era muy precaria. En este sentido, una agenda de desarrollo es la más importante de nuestras prioridades. Todo lo demás es solo maquillaje.