La Nacion Costa Rica

Adultos mayores necesitarán 3. dosis a por caída de defensas propia de la edad

››casos en esa población subieron 66% entre agosto y setiembre

Irene Rodríguez S. irodriguez@nacion.com

Cuando se habla de terceras dosis de la vacuna contra la covid-19, la población que primero se menciona es la de adultos mayores.

La razón principal es que, por el envejecimiento, el sistema inmune se deteriora y las defensas no actúan igual que en gente joven.

¿Por qué los contagios en los adultos mayores han vuelto a aumentar? ¿Por qué ellos tienen más riesgo de llegar a un hospital, a pesar de sus dos dosis? ¿Esto quiere decir que, como fueron los primeros inmunizados, ya se cumplió el “tiempo de validez” de la vacuna y todos deben inmunizarse al año o más de haber completado el esquema? No.

La respuesta no tiene que ver con la vacuna, sino con el sistema inmunitario de los humanos y cómo este construye, con base en el fármaco, una respuesta por si se encuentra con el virus.

Sin embargo, el sistema de defensas también envejece y no funciona igual en una persona de 30 o 40 años que en una de 80 o 90. Es un proceso biológico normal que sucede en todos los seres humanos y se llama inmunosenescencia. A medida que se envejece, las defensas no responden igual ante ningún patógeno.

Esto lleva a dos procesos: uno, enfermar de mayor gravedad cuando se enfrenta a un microorganismo, y el otro, que a la hora de recibir cualquier inmunizante no se tengan las mismas armas para construir una respuesta y atacar al “invasor”.

Se tienen armas, sí, pero no en la misma calidad ni cantidad, y como “soldados” las personas se han vuelto más torpes para usar dichas herramientas.

Esto, sin embargo, no quiere decir que la vacuna no funcione del todo en estas edades. Sí lo hace, pero de forma menos eficiente.

Como metáfora, la inmunidad no es como un interruptor de encendido o apagado en el que se tiene inmunidad total o no se tiene; más bien, es como un dimmer, el cual se va haciendo más tenue. Empero, en las personas mayores, la luz con ese dimmer se disipa más rápido.

“Si yo soy una adulta mayor, posiblemente mi respuesta va a ser menor. Mi sistema inmune envejece y no responde igual a como respondía cuando yo era más joven”, resumió la infectóloga pediatra, especialista en vacunas, María Luisa Ávila.

La geriatra costarricense Yalile Muñoz lo sintetiza así:

“La respuesta es más lenta y dura menos. Dura más en conseguirse y el tiempo que duran los anticuerpos es más corto”.

Países se preparan. Por esta razón, especialistas internacionales hablan de que estas personas requieren una tercera dosis contra la covid-19 como parte de su esquema.

Los países comienzan a tomar acciones para tener protegidos a individuos en ese grupo etario, lo que implica refuerzos.

Así, por ejemplo, un análisis realizado en Israel señaló que aunque los internamientos y muertes sí están bajando, el 11% de quienes tenían dos dosis fallecieron.

Una tercera dosis, al menos cinco meses después de la segunda, llevaba los anticuerpos a niveles normales, como quedó consignado en una publicación preliminar preimpresa divulgada en el portal MedRixv, en julio pasado.

En Estados Unidos, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el pasado 22 de setiembre una tercera dosis de

Pfizer, seis meses después de la segunda, para los mayores de 65 años.

En el país, datos del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) señalan que, aunque del total de infectados, el porcentaje de adultos mayores cada vez es menor, sí se ha dado un alza en esta población.

Igualmente, un análisis realizado por la Universidad Hispanoamericana indicó que los contagios en este grupo de edad pasaron de ser el 6,6% del total al 5,9%. Sin embargo, si se analiza solo esta franja etaria, los casos en setiembre aumentaron un 66% en relación con los de agosto.

Además, las personas con esquema completo que están en cuidados intensivos tienen, en su mayoría, más de 70 años, según la CCSS.

El pasado 5 de agosto, el Gobierno anunció la negociación para comprar un millón de dosis, con el fin de reforzar la protección de los mayores de 58 años y de las personas en primera línea de atención a la pandemia.

El ministro de Salud, Daniel

Salas, confirmó la gestión la tarde de este miércoles, en conferencia de prensa, pero no adelantó fechas para una tercera inyección, pues la empresa Pfizer tampoco ha dado el cronograma de entrega.

La prioridad sigue siendo llegarles a quienes no tienen ni una dosis.

Además, de momento, la protección se mantiene para la gran mayoría de los casos en esta edad. Prueba de ello es que un brote en el Hogar de Ancianos de Jicaral, este martes 12 de octubre, reportaba 28 residentes positivos, todos con ambas dosis de la vacuna, todos con sintomatología leve y algunos sin síntomas.

De acuerdo con el perfil de Facebook de esa institución, en días pasados una persona estuvo hospitalizada, pero no requirió mayor atención y ya está en su casa.

Mecanismo natural. El proceso del sistema inmunitario se desarrolla como la vida misma, explicó el inmunólogo peruano Juan Mora Bayone.

“Nosotros como humanos maduramos, nuestra inmunidad también. La inmunidad nace completa, pero inmadura. Y comienza adquirir esa maduración que, en promedio, llega a los 12-14 años y que luego se mantiene estable en la mayoría de la población por muchos años”, subrayó.

“Llega un momento en el que la respuesta comienza a decaer, nuestra células del sistema inmune ya no reaccionan igual. ¿Funciona? Sí, pero no de la forma en la que lo hacía décadas atrás. Los anticuerpos se elevan, pero no en la misma medida”, añadió.

El especialista español en infectología y vacunas, Francisco Giménez, concuerda:

“En los niños las vacunas tienen una efectividad muy, muy alta, en la mayoría de los casos. Levantan anticuerpos de manera muy, muy rápida”, destacó.

Giménez indica que, a lo largo de la vida, se va teniendo contacto con diferentes patógenos y, aunque en un inicio se reconozcan y combatan bien, con el tiempo esta energía se va perdiendo.

Por esta razón, dijo Giménez, en algunas vacunas no solo se aplican más inyecciones en adultos mayores, sino que se les coloca más líquido del vial a quienes son parte de este grupo etario.

Como advierte el especialista mexicano en vacunas Rodrigo Romero, esto es parte de un proceso normal de envejecimiento y no es motivo de alarma.

EL PAÍS

es-cr

2021-10-15T07:00:00.0000000Z

2021-10-15T07:00:00.0000000Z

https://lanacioncostarica.pressreader.com/article/281633898425426

Grupo Nacion