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Apostar por las mujeres: una inversión inteligente del dinero climático

Marjut Falkstedt SeCreTAriA generAl Del bei © Project Syndicate 1995–2021

Las mujeres representan el 43 % de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, pero representan únicamente alrededor del 7 % de la inversión en el sector. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, invertir más en las agricultoras podría aumentar los rendimientos agrícolas hasta un 30%, casi lo suficiente para compensar la disminución de la producción que se prevé que ocurra de aquí al 2030 debido al cambio climático.

Este es solo un ejemplo de cómo el clima y el género están profundamente entrelazados.

Los medios de vida de las mujeres con frecuencia dependen de los bosques, ríos, lagos y océanos, y su conocimiento de tales recursos podría ser la punta de lanza de los esfuerzos de conservación.

Al mismo tiempo, las mujeres sufren más que los hombres a consecuencia del cambio climático, porque ellas suelen ser más pobres y a menudo carecen de los medios económicos para recuperarse de inundaciones, olas de calor o incendios forestales.

Pero, a pesar de que el cambio climático afecta profundamente la vida de las mujeres, los debates o las iniciativas políticas de alto nivel sobre el clima rara vez tienen en cuenta las condiciones, necesidades y puntos de vista de las mujeres. Esto es injusto y miope.

Para alcanzar el éxito, los proyectos climáticos necesitan el aporte de las mujeres, debido al enorme papel que ellas desempeñan como consumidoras, líderes comunitarias, trabajadoras y emprendedoras.

Rendimientos comprobados.

Ya sabemos que invertir en las mujeres es un buen negocio. Las empresas en las que las mujeres ocupan, cuando menos, la mitad de los puestos de dirección obtienen un mayor crecimiento de sus ventas, son más rentables y generan un rendimiento más grande de sus activos.

Y como las mujeres toman aproximadamente el 80 % de las decisiones de compra que realizan los consumidores, las empresas con una mayor representación femenina a menudo elaboran productos que se venden mejor.

Invertir en las mujeres también tiene sentido desde el punto de vista climático. Las mujeres son más propensas que los hombres a abrir negocios centrados en la sostenibilidad. Es probable que las empresas que cuenten con mujeres en sus juntas directivas mejoren la eficiencia energética, reduzcan los costos e inviertan en la generación de energía renovable.

De manera similar, las empresas que incrementaron la representación femenina en sus juntas directivas durante un período de cinco años tuvieron un 60 % más de probabilidades de reducir la intensidad de su consumo de energía, un 39 % más de probabilidades de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y un 46 % más de probabilidades de reducir el uso del agua.

Las mujeres representan el 43 % de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, pero reciben alrededor del 7 % de la inversión en el sector

Un número cada vez más creciente de inversionistas evalúan a las empresas no solo en función de sus rendimientos financieros, sino también ponen la mirada en los compromisos medioambientales y de biodiversidad que las empresas asumen, así como en sus esfuerzos para promover la igualdad de género.

Un par de ejemplos.

EcoEnterprises, firma de inversión en biodiversidad con sede en América Latina, está aprovechando ese interés de los inversionistas. Tiene un sólido historial respecto a brindar ayuda para que las empresas ambientalmente sostenibles en la región expandan sus operaciones y proporcionen oportunidades económicas para las mujeres en zonas rurales.

Además, EcoEnterprises es propiedad de una mujer: Tammy Newmark, y el equipo directivo de EcoEnterprises es casi enteramente femenino. La firma ha recaudado dinero para tres fondos de inversión hasta la fecha.

El tercer fondo (en el que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha invertido alrededor de $20 millones) destinará el 15% de su capital a empresas de propiedad de mujeres o dirigidas por mujeres, y promoverá que las empresas que conforman su cartera empleen a mujeres en el 50 % de los puestos de trabajo.

Estos objetivos se traducen en que el fondo califique para el 2X Challenge, iniciativa global apoyada por el BEI desde sus comienzos, cuyo objetivo es recaudar $15.000 millones para mejorar la participación económica de las mujeres.

Un huerto orgánico en Colombia, una de las empresas en las que EcoEnterprises invirtió, contrata mujeres para equilibrar su fuerza laboral dominada por hombres, y ascendió a dos mujeres a puestos sénior, una de ellas a jefa de recursos humanos y la otra a directora de operaciones.

EcoEnterprises también ha invertido en una empresa cuyos negocios crecen rápidamente: Ecoflora Cares, productora colombiana de colorantes naturales amigables con el medioambiente para los sectores de alimentos y cuidado personal.

Fundada por Sandra Zapata, la empresa está activamente expandiendo su red de suministro para incluir a más mujeres.

Tales inversiones muestran que la diversidad biológica y la igualdad de género pueden complementarse naturalmente. Centrarse en los dos objetivos juntos mejora el impacto de un proyecto mientras que a la par reduce el riesgo.

Lucha contra la desigualdad.

Los proyectos de cambio climático, si son llevados a cabo de manera adecuada, podrían brindar una oportunidad única para invertir en el potencial de las mujeres. Se espera que la transición económica verde cree millones de empleos en los próximos años.

Velar a favor de que las mujeres tengan las habilidades para aprovechar esas nuevas oportunidades podría ayudar a reducir las persistentes desigualdades en el mercado laboral y las brechas de género en los ingresos.

No obstante, brindar a las mujeres esta oportunidad requiere la integración de políticas que tomen en cuenta los asuntos de género en todos los aspectos de la contratación y promoción laborales.

Del mismo modo, el logro de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas depende de la mejora de las oportunidades y la participación económica de las mujeres en todo el mundo.

Tomando conciencia de esta necesidad, el BEI incorpora cada vez más los asuntos de género a sus proyectos. Desde el año 2019 hemos estado aplicando los criterios de 2X Challenge a nuestras inversiones (estos criterios definen los rangos de empleo femenino e inversiones en empresas propiedad de mujeres y dirigidas por ellas).

Estos puntos de referencia acordados internacionalmente ayudan al BEI y a nuestros socios a medir mejor nuestro impacto en materia género y a evaluar qué es lo que funciona mejor.

De manera adicional, el BEI ha desarrollado recientemente una guía para la financiación climática inteligente con enfoque de género junto con el Grupo CDC, institución de financiamiento para el desarrollo del Reino Unido, y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.

La guía, compilada en representación del grupo de trabajo sobre el financiamiento de asuntos de género y climáticos del 2X Gender Challenge, proporciona a los inversionistas herramientas para integrar a las mujeres.

“Cerrar la brecha de género no es solamente una cuestión de justicia para las mujeres y las niñas, es un cambio radical para la humanidad”, señaló recientemente el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

Al dirigir los recursos climáticos de manera eficaz, el mundo podría avanzar significativamente en la lucha contra el calentamiento global y la desigualdad de género, simultáneamente.

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2021-11-28T08:00:00.0000000Z

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