Consejos políticos

Los Consejos políticos de Moralia, escritos por el historiador y filósofo griego Plutarco de Queronea, fueron elaborados hace dos mil años, en los inicios del siglo II.

Acudiendo al pasado constatamos cómo la corrupción sigue teniendo efectos sobre el buen gobierno todavía en el siglo XXI.

Plutarco busca concientizar como no se debe escoger la política por afán de lucro, sino por la convicción de pensar en el bien común.

El gobernante debe actuar siempre con rectitud e integridad: “Cuando la verdad y la virtud se añaden, la reputación es un viento favorable y seguro para avanzar en la actividad política”.

Sus aportes pueden servir a los gobernantes para cultivar la justicia, que para este filósofo se obtenía mediante una correcta educación.

El jurista colombiano Dr. Hernán Alejandro Olano García estudió a Plutarco y extrajo 156 aforismos o premisas para entender el contexto en el cual debe desarrollarse toda política pública.

Afirma que un buen gobierno es clave para la implementación de las políticas que mejoran la calidad de vida en una sociedad, que una administración debe concentrar sus esfuerzos en fortalecerse internamente. De ese modo, aumentará la legitimidad de su gobierno y la confianza de los ciudadanos en el Estado.

“La cultura del buen gobierno desea concertar el que cada una de las instituciones públicas estén guiadas por los postulados ineludibles de la gestión pública como, por ejemplo, la transparencia, la equidad, el pluralismo, la eficiencia, la eficacia, la austeridad y la intolerancia absoluta con la corrupción”, sostiene Olano.

La transparencia es una senda que consolida un Estado y los espacios en los cuales los ciudadanos participan en la construcción del bienestar de la sociedad.

La participación ciudadana y del sector empresarial contribuye a luchar contra los actos de corrupción pública y privada. Favorece la observancia, la transparencia y la rendición de cuentas de los poderes públicos, así como la protección de los derechos inherentes a las personas.

Además, se debe colaborar en la consecución de un buen gobierno que tome acciones concretas para el mejoramiento de las reformas de justicia contra la cobardía de los actos corruptos y contra la negligencia y la dilación para atacarlos.

Necesitamos seguir gestando iniciativas que promuevan la responsabilidad cívica para denunciar a los autores, colaboradores y corifeos de la descomposición social, con fortaleza y determinación.

Por otro lado, “no debe ser el político quien produzca tempestades, ni debe abandonar el puerto cuando ellas asalten su ciudad, ni debe agitarla peligrosamente, sino cuando se tambalee y corra

Como dijo Plutarco: sin la justicia, ni el mismo Zeus es capaz de gobernar bien

peligro, ayudarle y emplear un discurso sincero, como un ancla sagrada en los grandes peligros”.

Quien gobierna prudentemente elige lo que es conveniente en cada circunstancia, señala el rumbo de las acciones y opta por los medios rectos. Debe procurar no ir solo, tomar en cuenta la memoria del pasado, su experiencia. Esto conviene al presente de cara a la previsión del futuro.

Parafraseando a Plutarco: no solo el cargo distingue al hombre y a la mujer, sino también ellos al cargo; y sin la justicia, ni el mismo Zeus es capaz de gobernar bien.