La Nacion Costa Rica

Perros y demás

Carlos Arguedas Ramírez eXMagIstRado carguedasr@dpilegal.com

El otro día, cuando hacía mi caminata habitual (cinco kilómetros, sesenta minutos, nada del otro mundo), repentinamente me cercó una ruidosa manifestación canina. Más de diez perros, del más diverso pelaje, volumen y condición. Los comprendí perfectamente: protestaban contra el brutal abandono a que los habían reducido sus dueños, porque seguro que los habían tenido. De un día para otro, incomprensiblemente, dejaron de ser mascotas mimadas y se convirtieron en molestos perros callejeros.

Recordé el primer mandamiento de la ética animal: hay que abstenerse de infligir a los animales un sufrimiento innecesario, y su corolario: es deber socorrerlos cuando se encuentren en situación de riesgo. Pero pensé (aunque hay quienes no quieren que uno piense, o que lo intente, al menos), pensé, digo, que en aquella circunstancia nada bueno podía hacer por ellos, que su furia en realidad era miedo, y que ambos, ellos y yo, padecíamos de diferente manera impotencia y frustración. Antes de aquel incidente inesperado que, como reza el tango, me dejó acobardado, había estado rumiando sobre los riesgos a que nos expone la facilidad con que podemos reformar la Constitución.

Si alguien hubiera pasado por ahí, podría haberme dicho: “¿Qué murmuras, Sancho?”, a lo que yo hubiera respondido copiando al escudero: “No digo nada, ni murmuro nada, solo estaba diciendo entre mí”. En aquel momento, Sancho pensaba en Teresa, su mujer, y se decía: “No es muy mala, pero no es muy buena, a lo menos, no es tan buena como yo quisiera”. Yo hubiera podido decir lo mismo del método de reforma de la Carta Fundamental. ¿A cuenta de qué, si parece que el procedimiento es agravado y engorroso, concebido para defender su imperturbabilidad? Verdad a medias, como lo demuestra el hecho de que la Carta ha sido más manoseada que ninguna otra ley.

El interés en el tema que tenía en mente cuando fui interrumpido se explica porque entonces había cobrado notoriedad el proyecto para rebajar la mayoría de votos exigida para la elección presidencial. La idea es excéntrica en perspectiva democrática, pero tiene la virtud de prevenirnos acerca de lo que puede ocurrir con la gestión legislativa de la reforma constitucional. Una iniciativa como esta, asociada con la reelección sucesiva y el aumento de los períodos de gobierno, conduciría fácilmente a la bancarrota democrática.

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2022-08-15T07:00:00.0000000Z

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