La Nacion Costa Rica

Ir a clases en bicicleta

Víctor Valembois EDUCADOR valembois@ice.co.cr

Dicen por allí que los belgas nacemos sobre una bicicleta, fantástico invento de hace apenas algo más de un siglo. Por este lado del Atlántico, el vehículo es considerado un juguete, pasatiempo de adolescentes o motivo de broma, como en la famosa anécdota de Cleto González Víquez, a la sazón presidente de la República, atropellado por un ciclista.

Pero heme aquí que esas dos ruedas acopladas también invitan a soñar, no en una carrera, como a gigantes del pedaleo del tipo Anquetil (francés) o Merckx (belga), ambos ganadores no menos de cinco veces del Tour de Francia.

El proyecto al que me refiero lo concretó mi compatriota Linda De Donder, dentro de un equipo de idealistas, todos con afán para nada de subirse a la carreta, sino de empujar a los jóvenes a estudiar. Junto con diversas instancias, construyeron una realidad palpable: la llaman “tejedores de sueños”.

Desde luego, el nombre recuerda a Penélope, aquella en la mitología griega que no cesaba de tejer —y destejer— en espera y esperanza de su marido. Aficionado al teatro, lo asocio también con una obra del dramaturgo español Antonio Buero Vallejo, sobre esa temática tan clásica al mismo tiempo que absolutamente vigente: soñar no siempre es evasivo.

De hecho, en el presente caso, resulta eminentemente constructivo. Aquí, lo nuevo es el método de perseguir “sueños”, en el sentido de metas. Con buena inventiva, los propulsores unieron ambos elementos en un proyecto educativo tan palpable como nuevo.

¡Adelante, ustedes, soñadores, ahora por un nuevo año 2023 en escuelas y colegios, porque tantos costarricenses no terminan el bachillerato! Peligro: la frustración no es el mejor motor de desarrollo. En definitiva, terminar el bachi es contribuir a hacer realidad la idea flotando siempre en el aire local: que somos mejores porque sí.

Por cierto, las bicis (con todo y luces, ojos de gato y demás, como debería ser en todas partes) no van entregadas a título personal, sino vinculadas a una institución de enseñanza secundaria y entiendo que solo en el área rural. ¿Irán también algunas instrucciones de manejo? Perdonen, un desastre, por estos lares.

Uno en Europa pedalea toda la vida, haya lluvia o nieve, de primaria a universitaria, con vía exclusiva demarcada para bicis y sin ella. Ya es componente cultural, siempre andando en fila, por el lado derecho de la carretera; pero aquí, ¡cuántos accidentes se podrían evitar con un mínimo de educación comunitaria! Implica disciplina, saber de derechos y obligaciones.

Tampoco por el mero pedalear al cole, automáticamente se solucionará el de por sí ingente problema de las deserciones, pero constituye un empujoncito más. ¡Un paso adelante, en el país de las excusas! (Todavía me suenan tantas, como aquella de antología: “Profe, es que me dejó el bus”).

De corazón, apoyo la iniciativa, porque no por estar viviendo en San Pedro de Montes de Oca lleno de centros educativos, de primaria hasta universitaria, para nada podemos seguir escondiéndonos detrás de la cortina: en Costa Rica, el 85 % de las familias en pobreza dependen de personas sin estudios (datos de la Encuesta nacional de hogares del 2020).

Charita: constancia, resiliencia, perseverancia no son los valores más cultivados en esta tierra tropical. La meta es acabar con esa plaga nacional, por razones económicas o lo que sea, de dejar también el estudio a medio palo. ¡A cruzar el río, se ha dicho! ¡Gracias, amigos, compatriotas o no, los veo organizados y generosos.

En Europa se pedalea toda la vida, llueva o nieve, de primaria a universitaria

FORO

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2023-02-03T08:00:00.0000000Z

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