La Nacion Costa Rica

Primera comunión en la cama

Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

Una de las chiquitas más chirotas de Río Grande de Cristo Rey, en Platanares de Pérez Zeledón, se llama Kristel Hidalgo Mora.

Es estudiante ejemplar y disfruta al máximo jugar al aire libre en un sitio donde aún es posible hacerlo. Lo malo es que eso puede tener a veces consecuencias muy dolorosas.

El pasado 12 de abril, Kristel estaba de lo más contenta en un palo de guaba, cuando de pronto la rama traqueó y se rompió. Debido a la caída, la chiquita se quebró la cadera y el fémur derechos.

Esta historia nos llegó gracias a los amigos de Tv Sur Canal 14.

Bien, la cosa es que después del gran golpe, a Kristel se la llevaron directo al hospital Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón, donde estuvo internada dos días, después la pasaron al de Niños y allí la operaron y le pusieron yeso desde las costillas hasta la planta de los pies: imposible levantarse de la cama.

Cuando todos en la familia pasaron el tremendo susto y a Kristel le bajó el dolor físico le llegó uno emocional. Cayeron en la cuenta de que se esfumaba el sueño de hacer la primera comunión después de dos años de catecismo.

Cuenta Lucrecia Mora, la mamá de la niña, que tanto ella como su esposo, César Hidalgo, también se entristecieron porque vieron a su hija disfrutar cada clase de la catequesis (catecismo o explicación, como se le llamó mucho tiempo) y si bien la pandemia obligó a que algunas de esas clases fueran virtuales, eso jamás afectó la ilusión de Kristel.

La gran fecha de la primera comunión era el domingo 16 de mayo, pero por el enyesado hacía pensar que ya la niña no iba a poder cumplir con el sacramento.

Padre apuntado. Ahí es donde entra Ivonne Granados, tía materna de Kristel y quien al conocer el gran dolor de su sobrina por no poder hacer la primera comunión se movió y fue a hablar con el padre Fabián Campos Chavarría, de la parroquia San José, en Palmares de Pérez Zeledón.

La tía le contó todo y preguntó si existía la posibilidad de que Kristel hiciera su primera comunión en la casa… ¡y el padre dijo que sí! De una vez pusieron la fecha: viernes 14 de mayo a las 4 p.m.

“Desde mediados de abril hablamos con el padre y él siempre se puso a nuestras órdenes, en la familia estamos muy agradecidos porque cuando le dijimos a Kristel que sí haría su primera comunión se emocionó demasiado y eso es bueno para su recuperación”, cuenta Ivonne.

Lo que ocurrió después es un ejemplo de aquel refrán de nuestros abuelos que dice “uno pone y Dios dispone”. La pandemia obligó a que en la parroquia San José suspendieran las primeras comuniones, que empezaban este domingo 16 de mayo; pero, por esas cosas de la vida, la de Kristel fue la única que se concretó.

“Como estamos con esto del coronavirus tan fuerte, en la familia no creíamos que el padre iba a llegar; sin embargo, por aquello hicimos un arrocito con pollo y nos preparamos. No sabe usted la tremenda alegría de mi hija cuando le dijimos que ahí venía el padre”, recordó Lucrecia.

Unión familiar. La familia se unió alrededor de la gran ilusión de Kristel de recibir por primera vez a Jesucristo Eucaristía y fue así que su prima Ivonne Granados, de 16 años y quien tenía el vestido de su primera comunión guardadito, se lo prestó de inmediato. “No hubo que hacerle nada, estaba superlimpio, solo lo aplanchamos le quedó perfecto”, explicó la tía.

“Estoy muy feliz por haber hecho la primera comunión, me encantó poderla hacer en mi casa y comulgar por primera vez, pero me duele mucho por mis compañeritos de catecismo porque ellos no han podido hacerla”, nos dijo Kristel.

El padre Campos nos dio su punto de vista de lo que vivió con el caso de la chiquita: “Han sido unos meses muy duros y ante la pandemia hay que adaptarse a las circunstancias y superar todo tipo de obstáculos. Comprendí el estado de salud de la niña y su deseo de recibir la eucaristía.

“Estas experiencias nos ayudan a valorar cosas sencillas pero fundamentales como la salud, la familia, el trabajo y la fe. La gran ilusión de Kristel al recibir a Jesús Eucaristía fue muy linda, rostro sonriente, sus lágrimas nos demuestran que, pese a la enfermedad o alguna limitación física, cuando Dios reconforta y consuela se vive su real presencia en nuestras vidas.

“Esa es la noticia de esta primera comunión, el encuentro personal de una niña con Jesús, un encuentro que llena de esperanza, consuelo y fortaleza”, agregó el sacerdote, quien este 14 de mayo no pudo quedarse al arrocito con pollo. Había que dar la misa de las cinco de la tarde.

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2021-05-18T07:00:00.0000000Z

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