La Nacion Costa Rica

SEIS AÑOS SIN FESTEJOS

Alejandra Portuguez Morales alejandra.portuguez@lateja.cr

Doña Betty Ortega no celebra el Día de la Madre, su cumpleaños o la Navidad desde que un accidente de tránsito le arrebató a Saray Ríos, una de sus hijas, a los 25 años.

La muchacha cumplirá seis años de fallecida y todo ese tiempo su familia ha esperado por justicia. El atropello ocurrió el 26 de octubre del 2016 frente al edificio de Derecho de la UCR, en San Pedro de Montes de Oca.

La ilusión por estas fechas festivas no solo la perdió la mamá, sino toda su familia. Con cualquier anécdota pequeña todos recuerdan el gran amor que les entregaba Saray, quien estaba por graduarse como licenciada en Dirección de Empresas en la UCR.

La joven estaba junto a su mejor amigo, Arturo Mancía, en la acera, esperando que el semáforo se pusiera en rojo para cruzar la calle cuando un conductor de apellido Cortés, quien viajaba en sentido San Pedro - Guadalupe, aceleró y golpeó a otro carro (un Hyundai), que atropelló a los jóvenes. Saray murió en el sitio debido a los fuertes golpes.

El semblante de doña Betty y de su esposo, Roberto Ríos, ya no es el mismo; es inevitable que se les vengan las lágrimas cuando mencionan a Saray.

“Ay, imagínese usted, ¿qué recuerdos puede tener uno, verdad? (Como mamá) no olvidarla en ningún momento. Le estuve diciendo a ella (señalando a su otra hija, Lady Ríos) que ni me acordaba que era el Día de la Madre, porque cuando ella estaba, lo primero que hacía todos los días en la mañana era la llamadita para uno y todo esto hace recordarla”, expresó esta valiente mamá que trata de ser fuerte por sus otros hijos.

Mientras decía eso, su esposo no dejaba de limpiarse las lágrimas con un pañuelo.

David Ríos señaló que su hermana menor les enseñó a ser personas de respeto; ella tenía carácter, pero sobre todo amor por la gente. A veces cuando recibe un mensaje de su mamá Betty y ella le reclama por qué no respondió rápido, de inmediato piensa en su hermana.

“Cuando mi mamá me manda un mensaje y me dice: ‘No me respondió’, quizás lo leí, pero voy manejando y no lo respondo... (Recuerda que) Sarita me mandó un mensaje un día antes y no se lo pude responder y cada vez que veo un mensaje (choca sus manos), ¡uff, eso sucede!”, expresó con voz quebrada.

Lady también llora al traer a su memoria la última conversación con su hermana, a quien veía como una hija.

“Yo hablé con Saray a las 7:47 de la noche (el día del accidente) y me dijo: ‘Le, no me escriba más porque tengo mucha hambre, voy a ir a cenar. Saber que mi hermana a las ocho de la noche falleció, ¡iba a cenar!”, recordó.

Solo quieren justicia. El juicio por la muerte de Saray estaba programado para este viernes 12 de agosto en el Tribunal Penal de Goicoechea, pero el abogado del imputado se incapacitó once horas antes del inicio.

No es la primera vez que suspenden este debate, la pandemia también ha sido culpable, pues en un principio estaba para el 2020.

Lady y David aseguran que eso ha sido un desgaste mental, pero seguirán hasta el final.

“Mucha gente nos ha preguntado si queremos verlo preso (al acusado) y lo que he dicho es que quiero justicia, sabemos que él cometió una imprudencia, una persona que anduviera manejando normal... (mueve la cabeza en negación, dando a entender que no habría pasado la fatalidad)”, dijo la hermana.

Lady de inmediato recordó que ese fatal día, ellos estaban en Barbilla de Batán, donde vive la familia.

“A las doce de la noche recibimos la llamada, llegó mi mamá gritando: ‘Me la mataron, me la mataron’, no sabía qué había pasado; yo le decía: ‘Mami, ¿qué pasó?’. Mi papá corría por la finca a esa hora de la noche. Queremos justicia, que ese dolor que hemos sentido se pague”.

La hermana dice que ya no celebran ninguna fecha especial.

“Le soy sincera, desde que pasó eso, cuando cumple años mi mamá trato de no llegar porque yo sé que ella, a como espera mi llegada, esperaba siempre esa llegada o llamada (de Saray), trato como que todo ya sea diferente, entonces que no sepa el día que es.

“Ya no es igual, todo cambió, se lo puedo decir porque quizás usted tendrá hermanas, pero Saray fue algo especial, vivió seis años en San José y era como si estuviera en la casa (en Batán), nunca cambió”, dijo.

David concluyó diciendo que toda acción siempre tiene una responsabilidad y solo quieren cerrar el caso judicial, porque el dolor por la ausencia nunca se acabará.

“Vamos a llevar esto hasta el final. Como conductor me puede pasar un accidente, pero si me sucede habrá una consecuencia por lo que sucedió. Lo que queremos es que se cierre lo que tiene que cerrarse en un tiempo determinado y que esto no se siga alargando”.

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2022-08-15T07:00:00.0000000Z

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