Sexo y amor

En nuestra sociedad con frecuencia se habla indistintamente de sexo y amor, como si ambos términos fueran sinónimos, al punto que para referirnos a las relaciones sexuales acuñamos la expresión “hacer el amor”. este tiene fuertes implicaciones psicodinámicas en el cada día, es común que algunos ante una atracción meramente física crean que han sido envueltos por los lazos del amor, y por el contrario cuando un problema sexual surge, muchos se cuestionen el vínculo emocional, “¿será que no la quiero?”. el sexo es un asunto tan simple que se puede comprar en cualquier esquina, con unos cuantos dólares de más podemos conseguir todas las piruetas sexuales “habidas y por haber”, sea el “table dance”, el “polo dance”, o cualquiera de los legendarios y populares “tiros sexuales”, sea para arriba, para abajo, de medio lado, o en el aire.

Por el contrario, no es posible comprar el amor, por más recursos que se tenga ese sentimiento sigue siendo diáfano, puro, transparente e inalcanzable para el dinero, más bien con frecuencia, el dinero lo aleja. se describe que una de las tantas desgracias que sucede con los que tienen grandes fortunas es que atraen relaciones por interés. No es raro que atorrantes con recursos les sobren “amores de mentirillas”, voluptuosas mujeres que se muestran “perdidamente enamoradas”, “bellas chiquillas que los aman de forma desmedida”, situación que podría ser ventajosa si se ven esas relaciones desde el punto de vista sexual, pero es un grave error que conlleva mucho dolor si se asume que se trata de un amor de verdad. desde luego que resulta muy grato y edificante cuando el amor y el sexo se combinan intensamente, diríamos que es el ideal en nuestra cultura. Parejas que se quieren, que se quieren mucho, que se quieren bien y que disfrutan a granel en la cama.

La pareja que está junta por amor puede descubrir los placeres sexuales, la pareja que está junta por atracción -sexoo conveniencia -dinero-, difícilmente van a llegar a amarse. Tal como decía el maestro Monreal “no hay en el mundo dinero para comprar… el cariño verdadero”.